He aqui Merced tu bondad
aquella con la que cubres nuestras cabezas cada noche al dormir
aquella con la que nos proteges de los males que acuden aqui
he aqui Merced tu alegria
aquella con la que nos acaricias en la mejilla
aquella con la que nos amas cada dia
he aqui Merced, tu grandeza
aquella que nos alumbra en los dias de mas tinieblas
aquella por la que nosotros aprendemos a alcanzar nuestras metas.
A la Madre de Olivillos....Merced.
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